domingo, 23 de febrero de 2020

LA BENDICIÓN SACERDOTAL (NUMEROS 6:24-26)

LA BENDICIÓN SACERDOTAL (NUMEROS 6:24-26)

 
  
Jehová te bendiga, y te guarde;
Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;
Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz
Números 6:24-26

INTRODUCCIÓN

Esta hermosa bendición constituye lo más excelente de la poesía hebrea. Nos permite estudiar en profundidad el concepto de bendición en el Antiguo Testamento.

La palabra en hebreo traducida como [bendecir] en este pasaje es [Barak], significa literalmente [arrodillarse]. Cuando se aplica a la relación desde Dios hacia el hombre, la idea que nos transmite el texto es: [para bendecir al hombre como un beneficio].

No hay registros del momento en que se usaba la bendición. En Levítico 9:22 se menciona una bendición pronunciada por Aarón, aunque las palabras que dijo no aparecen. La tradición judía establece que se pronunciaba al finalizar la ofrenda diaria.

Tiene un mensaje oportuno tanto para los que hacían frente a los enemigos y a las incertidumbres de la vida en el desierto como para el hombre moderno. Su posición es especialmente adecuada porque implica que la bendición de Dios estaba al alcance de todo el pueblo, y no restringida a un grupo o clase especial.

Tiene una triple invocación y las clausulas son progresivamente más elevadas. Nos sugiere una progresión de nuestras suplicas cuando estamos intercediendo por otra persona o por un grupo de personas. Nos ayuda a presentar las peticiones a Nuestro Señor de forma integral (Filipenses 4:6).

ESTUDIO

1.    (v24) Jehová te bendiga, y te guarde.  Esta primera invocación, contiene suplicas que bien pueden aplicarse a las necesidades del ser humano, que pueden afligir nuestra alma (Lucas 12:30).

a.    Bendición: Se inicia invitando a Jehová a bendecir a su pueblo, por ejemplo con buenas cosechas, ganado, buenas temporadas, e hijos. Implica por tanto la bendición de la obra de nuestras manos, nuestro trabajo, tanto para nuestro beneficio personal (Deuteronomio 2:7), como para beneficio de nuestra familia (Deuteronomio 12:7).

b.    Protección. Luego se le suplica a Jehová que los guarde, por ejemplo de todo mal, de los enemigos (Salmo 59:1), de cosechas pobres, de la enfermedad (Santiago 5:14), y de la esterilidad. En nuestro labor como intercesores es importante llevar delante del Señor peticiones de protección específicas, tal como lo hizo Jesús cuando oró por Pedro (Lucas 22:31-32).

2.    (v25) Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia. Esta segunda invocación, contiene suplicas concernientes con nuestra relación con Dios y nuestras necesidades espirituales (Colosenses 1:9).

a.    Agrado. La frase [haga resplandecer su rostro sobre ti] también se puede traducir [te mire con agrado]. Esta suplica se refiere a que Dios se alegre con nuestra vida, en especial respecto de la forma en que nos conducimos (1 Tesalonicenses 4:1).  ¿De qué manera podemos agradar a Dios? Andando dignamente, llevando fruto, creciendo en el conocimiento de Dios (Colosenses 1:10).

b.    Amor y bondad. La frase [tenga de ti misericordia] también se puede traducir [te extienda su amor] o [te muestre su bondad]. La esencia de Dios es el amor, así que si somos sus hijos, el amor debe estar presente también en nosotros (1 Juan 4:7-8). Dios ya nos ha demostrado su amor al enviar a su hijo, para morir por nosotros, a pesar de nuestros pecados (1 Juan 9-10). Además podemos encontrar en la escritura, que la bondad de Dios se expresa de diferentes maneras, por ejemplo cuando nos libra de nuestras aflicciones (Salmo 107:1-6).

3.    (v26) Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Cumpliendo nuestro ministerio y llegando a un estado de plena bendición.

a.    Favor y amor. La frase [alce sobre ti su rostro] también se puede traducir [te muestre su favor] o [te mire con amor]. De esta manera, la escritura nos llama a clamar por el reconocimiento y aprobación de Dios, de la misma manera que lo expresó del Señor Jesucristo durante su bautismo (Mateo 3:17) y durante su transfiguración (Mateo 17:5), esto va más allá de nuestro comportamiento, está relacionado con cumplir el propósito de Dios para nuestra vida, cumplir con nuestro ministerio, de forma similar al Rey David (Hechos 13:36) o al Apóstol Pablo (2 Timoteo 4:5-7).

b.    Te conceda la paz. Finalizando esta progresión de suplicas, encontramos una palabra muy importante en el hebreo [Shalom] que tiene un significado muy amplio. Se refiere a seguridad, salud, tranquilidad, paz con Dios y con los hombres. Denota un estado de plena bendición, similar a la bendición expresada por el Apóstol Juan, en lo material, en nuestra salud y obviamente en los espiritual (3 Juan 1:2).

CONCLUSIÓN

(v27) la frase [Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel] también puede traducirse [Así invocarán mi nombre sobre los israelitas]. En las Escrituras el nombre de Dios se identifica a tal punto con su persona, que este pronunciamiento vincula al pueblo con Él, declarándoles en relación de pacto con el Señor (Deuteronomio 14:24, 28:10; Isaías 63:19; Apocalipsis 3:12).

Algunos académicos de la escritura sugieren que las expresiones en las tres clausulas corresponde a las funciones de las personas en que se ha revelado Dios, notando que cada uno de los tres versículos de la bendición inician con el nombre de Jehová.

El padre nos bendice y nos guarda, el hijo nos muestra la gracia, y el Espíritu Santo nos llena de paz; de forma similar a la doxología apostólica, la fórmula de alabanza a la divinidad, especialmente cuando hace referencia sus personas (2 Corintios 13:14).

Esta porción concluye con una expresión de seguridad alentadora de parte de Dios mismo, cuando dice: “Y yo los bendeciré”. Es una promesa de parte de Dios para nosotros. El Dios todopoderoso, nos ha dado su palabra y siempre cumple sus promesas (Salmo 33:4).

Santo Señor, gracias por revelarnos mediante su escritura, estas importantes claves para fortalecer nuestra vida de oración. Ayúdenos a robustecer nuestra disciplina de oración, tanto en nuestras peticiones personales, como la forma en la que intercedemos por otros. Muéstrenos como organizar nuestros tiempos de oración para rogar por nuestras necesidades, alimentar nuestro espíritu, y buscar que nuestra vida este en el centro de la voluntad de Dios para nosotros. En Cristo Jesús. Amén.

LA DECISIÓN MÁS IMPORTANTE DE SU VIDA

Dios  le ama, y entregó a su hijo Jesucristo en rescate por usted (Juan 3:16), a pesar que todos los seres humanos somos pecadores, y esto nos condena a la muerte eterna (Romanos 3:23). La consecuencia del pecado es la muerte, pero Dios le ofrece un regalo, la salvación por medio de Jesús (Romanos 6:23). Usted puede ser un hijo de Dios, recibiendo a Jesús como su Salvador, creyendo en su nombre (Juan 1:12), la forma de hacer esto, es confesar nuestros pecados a él en oración; él es fiel y justo, le perdonará (1 Juan 1:9). No espere más, él está tocando la puerta de su corazón en este momento, para iniciar una relación personal con usted, que cambiará su eternidad (Apocalipsis 3:20) Reciba a Cristo como su Salvador hoy.