miércoles, 23 de septiembre de 2015

PRIMEROS AUXILIOS ESPIRITUALES (Lucas 10:25-37)




PRIMEROS AUXILIOS ESPIRITUALES




Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;  y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Lucas 10:33-34


INTRODUCCIÓN
En la Parábola del Buen Samaritano, encontramos una tremenda enseñanza de nuestro Señor Jesucristo sobre la forma en que se debe ayudar a otras personas. Podemos comparar los pasos que siguió el samaritano, con los pasos que sigue el personal de los servicios de emergencia cuando atiende a la víctima de un accidente o enfermedad repentina. Recorramos juntos la escritura para disfrutar de esta enseñanza, pidamos al Señor que impacte nuestra vida, para estar preparados para atender a los necesitados, tanto en lo físico como en lo espiritual.
ESTUDIO
1.       Se acercó. Para servir a otras personas, el primer paso es bastante sencillo, usted debe acercarse. No podemos estar al tanto de las necesidades de nuestro prójimo en la distancia, tenemos que acercarnos. De esa manera podemos contemplar de primera mano y con todo lujo de detalle el dolor, la enfermedad, la agonía, el sufrimiento, el temor, y cualquier otra tribulación por la que nuestro prójimo este pasando. Fue eso exactamente lo que hizo nuestro Señor Jesucristo, cuando decidió volverse un hombre mortal, dejando su majestad en los cielos, para vivir como cualquiera de nosotros, y estando en esa condición de debilidad decidió entregar su vida en rescate por la nuestra  (Filipenses 2:5-8). Se mantuvo firme en su decisión hasta el final, mientras recibía cada golpe y cada latigazo, mantenía la mente fija en un pensamiento: “los amo y no voy a permitir que vayan todos al infierno”.
2.       Le curó las heridas. Cuando estamos frente a la necesidad y somos cristianos nacidos de nuevo, nuestra respuesta espontánea es atenderla. No podemos pasar desapercibida la miseria de otros, tenemos que poner manos a la obra. En primeros auxilios, la labor de curar una herida es muy importante, evita que se produzca en el cuerpo de la víctima una infección, que de no tratarse apropiadamente puede costar la vida del herido. La curación remueve toda la suciedad que de forma inmediata esta contaminando localmente, pero que cuando permanece más tiempo en el cuerpo, puede extenderse. Esa es exactamente la forma en que opera el pecado, se introduce en nosotros y nos ataca inmediatamente, pero cuando ese veneno circula por nuestro corazón, termina matando nuestra relación con Dios, y condenándonos a una eternidad de sufrimiento. Atendamos las necesidades físicas, pero no descuidemos las necesidades espirituales.
3.       Se las vendó. Cuando la contaminación ha sido retirada del cuerpo del lesionado, debe evitarse que entre nuevamente, eso se logra aplicando un vendaje, que evita que los tejidos blandos dañados estén expuestos y susceptibles de ser nuevamente viciados. Cuando se esta ministrando la vida de una persona, es importante reconocer cuando es necesario aplicar medidas de protección adicionales, para que pueda completar su recuperación espiritual y no caiga de nuevo en una situación similar o peor. Estas medidas incluyen tiempos especiales de devocional regularmente, en los que puede entonar alabanzas, leer pasajes de la escritura y orar por sus propias necesidades, o por las de otras personas. Estas medidas protectoras deben ser ejecutadas con un compañero espiritual que fortalezca el caído, y le levante el ánimo cuando se sienta cansado, desanimado, derrotado o frustrado.
4.       Lo montó sobre su propia cabalgadura. Brindar el transporte apropiado a las víctimas de un accidente o enfermedad, puede hacer la diferencia entre una incapacidad temporal o una permanente. Existen técnicas especiales para movilizar a una víctima de un accidente, diferentes a las usadas en el caso de emergencias médicas. Estas técnicas son fundamentalmente medio manuales de trasladar a un necesitado y requieren de un significativo esfuerzo físico. Muchas veces servir a otras personas requerirá que nos despojemos de nuestra propia comodidad, y es nuestro deber hacerlo, hay cosas mucho más importantes que lo material. La eternidad de la personas es más importante (Lucas 6:27-36). Debemos cuidarnos de no ser parciales con nuestro cuidado de otros, evitando caer en los errores cometidos para el sacerdote y el levita del relato. Jesús murió por todos, y le dio la oportunidad de la vida eterna a todos, nosotros no podemos actuar de otra manera.
5.       Lo llevó a un alojamiento. El cuidado de emergencia incluye el transporte a un lugar seguro, donde pueda recuperarse de sus lesiones. El cristianismo no puede vivirse de manera aislada, somos parte de una familia en Cristo. Nuestra relación con otros cristianos es muy importante para nuestro crecimiento, tanto como nuestra comunión personal con el Señor. Cuando somos parte de una comunidad de fe, Dios puede usar a más personas para ministrarnos. Por todo esto, es crucial motivar a cualquier recién convertido a buscar una iglesia en la que pueda reunirse regularmente, para aprender junto a otros cristianos acerca de Jesús. El escritor de la Epístola a los Hebreos, escribió que no debemos dejar de congregarnos (Hebreos 10:25). Es decir que no debemos dejar de reunirnos para adorar al Señor en unidad. Hebreos también hace énfasis en que las reuniones de los cristianos sirven para animarse los unos a los otros.
6.       Lo cuidó. Ya estando en un resguardo apropiado, el accidentado necesita ciertas medidas de control, alguien debe monitorear constantemente sus signos vitales, como respiración, pulso, temperatura y presión arterial. Esto sirve para conocer oportunamente si los cuidados están siendo efectivos, y la condición del paciente esta mejorando,  o por el contrario, debemos cambiar el tratamiento, ya que se nota que no hay progreso o que esta empeorando. De la misma manera, los ministros del evangelio en la iglesia local, son los encargados de organizar en la congregación un mecanismo de cuidado de las ovejas, tal como le pidió Jesús a Pedro en cierta oportunidad (Juan 21:15-17). De tal manera que pueda controlarse constantemente los signos vitales espirituales de los hermanos, y apoyar oportunamente cuando hay una necesidad. El amor es lo que debe ser evidente en nuestras relaciones (Juan 13:35).
7.       Pagó por él. Servir a nuestros semejantes requiere salir frecuentemente de nuestra zona de comodidad, a veces es necesario hacer sacrificios que quizá no estamos preparados para hacer. Pero sea cual sea la situación, si tiene la posibilidad de salvar una vida, por favor ¡hágalo! Salvar una vida, sea en lo material o en lo espiritual es una de las cosas más importantes que como ser humano podrá hacer (Proverbios 24:11). Quizá durante muchas ocasiones no sepa exactamente que es lo mejor que puede hacer, pida dirección al Señor y actúe, le aseguro que Dios le revelará algo que usted puede hacer para ayudar. Para algunas labores necesita entrenamiento específico, si puede tomarlo hágalo. En otras ocasiones podrá contribuir con su apoyo a los que estarán en el frente (Romanos 10:14-15). Pero en muchas ocasiones una palabra dicha a tiempo, puede hacer una gran diferencia (Proverbios 15:23).
CONCLUSIÓN
Buscamos en la escritura los indicios de un Servicio de Emergencias Espirituales, y encontramos un protocolo especialmente diseñado para la atención de las víctimas del pecado y la maldad, dictado por la única autoridad que tiene jurisdicción sobre nuestra eternidad: Jesús, Nuestro Salvador. En lo material, el personal de los Servicios de Emergencias Médicas tiene todos los días la oportunidad de presentarse durante incidentes graves, donde el tiempo de respuesta es crucial para salvar una vida, donde si hubieran llegado 15 minutos después, una persona más habría muerto, es una labor divina sin lugar a duda. En lo espiritual, es evidente que la oración durante muchos años por una persona alejada al Señor, puede romper grandes murallas de prejuicios o amargura, que evitaban que las personas lleguen a Cristo. Es posible ver como Dios restaura en el púlpito a un ministro del evangelio, después de varias décadas de apatía. Ganar un alma para Cristo es una de las decisiones más inteligentes que puede tomar (Proverbios 11:30).

LA DECISIÓN MÁS IMPORTANTE DE SU VIDA
Dios le ama, y entregó a su hijo Jesucristo es rescate por usted (Juan 3:16). A pesar que todos los seres humanos somos pecadores, y esto nos condena a la muerte eterna (Romanos 3:23). La consecuencia del pecado es la muerte, pero Dios le ofrece un regalo, la salvación por medio de Jesús (Romanos 6:23). Usted puede ser un hijo de Dios, recibiendo a Jesús como su salvador, creyendo en su nombre (Juan 1:12). La forma de hacer esto, es confesar nuestros pecados a él en oración;  él que es fiel y justo, le perdonará (1 Juan 1:9). No espere más, él esta tocando la puerta de su corazón en este momento, para iniciar una relación personal con usted, que cambiará su eternidad (Apocalipsis 3:20). Recíbalo como su Salvador hoy.