miércoles, 1 de mayo de 2013

LOS MÁS FIELES SOLDADOS DEL REY (2 Timoteo 2)

LOS MÁS FIELES SOLDADOS DEL REY (2 Timoteo 2)

Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 2 Timoteo 2:3






INTRODUCCIÓN

El Apóstol Pablo escribió a su hijo en la fe Timoteo una descripción sobre el carácter de un cristiano. Estos principios tienen mucha relación con la disciplina de la vida militar. Somos soldados de un ejército, estamos llamados a ser fieles, y esta porción de la escritura nos muestra como podemos ser los soldados más fieles al servicio del Rey del universo. ¡Que gran honor! Ser tomado en cuenta para forma parte de un equipo élite para enfrentar a las fuerzas del infierno, y tener la garantía que saldremos victoriosos, por el poder de nuestro Comandante General, el Señor Jesucristo.

1.    ESFUÉRZATE EN LA GRACIA (v1)

Un soldado fiel se esfuerza. El camino del cristiano esta lleno de satisfacciones, especialmente de carácter espiritual, pero desde el punto de vista humano, puede volverse en ocasiones difícil. La respuesta del Apóstol Pablo ante esta situación es “esfuérzate”. El Señor Jesucristo dijo que en el mundo tendríamos aflicción, pero que podíamos confiar en él, puesto que él ya ha vencido al mundo (Jn. 16:33). Podemos enfrentar situaciones difíciles en nuestra vida cristiana, recuerde que para el mundo el estilo de vida cristiano es una locura (1 corintios 2:14), pero el llamado de nuestro Señor es a esforzarnos, a no bajar la guardia, a pelear hasta el último aliento, puesto que el resultado ya es conocido, somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó y se entregó a si mismo por nosotros (Rom. 8:37).

2.    SUFRE PENALIDADES (v3)

Un soldado fiel sufre penalidades. No siempre hay una forma fácil de hacer algo difícil. Cuando el cristiano enfrenta una dificultad, para la que no hay forma de sortearla, lo que tiene que hacer es “enfrentarla”. No vamos a darnos la vuelta y correr - ¡no!  ¡De ninguna manera! – nuestro general esta al frente, y él nunca a perdido una batalla. Así que al toro bravo, a los cuernos. Si me quieren, me tienen. No vamos a andar con rodeos. No se trata de un paseo por el parque. Se trata de cambiar la eternidad de las personas. Satanás no esta jugando a hacernos pecar, quiere nuestras vidas. Pero no solo no vamos a entregarle nuestra vida, sino que vamos a sacar del infierno tantas almas como podamos. Desde el tiempo de Juan Bautista hasta hoy, el reino de los cielos sufre violencia, y son los violentos los que lo arrebatan. ¿Sufriremos? ¡Con gusto! Todos podemos salir heridos alguna vez, así son las guerras. Servimos al que enjuga toda lágrima y cura toda herida, así que no hay excusa, no vamos a darle tregua.

3.    MANTENTE ENFOCADO (v4)

Un soldado fiel se mantiene enfocado. Tenemos un llamado específico y debemos actual en consecuencia a él. Sabemos bien que no todos podemos ejercer el ministerio a tiempo completo, la mayoría tenemos que ejercer el ministerio de forma bi-vocacional, incluso el mismo Apóstol Pablo lo hizo de esa manera, por lo que no es una excusa para la mediocridad. Sea cual sea tu llamado, ¡cumple tu ministerio! Fuimos llamados para un propósito real, un propósito eterno. Hemos de pelear esta guerra desde la trinchera que nuestro Señor nos asigno, no enredarnos en cuestiones fuera de la centro de la voluntad de Dios.

Quiero recordarle la historia de Samgar (Jueces 3:31) uno de los primeros seis jueces menores de Israel, un humilde campesino pero con un corazón de guerrero. La Biblia nos relata como en una oportunidad por medio de una simple aguijada de bueyes, un instrumento de trabajo para dirigir animales de granja, se enfrento a un ejército de filisteos, tomando la vida de seiscientos hombres. Nada mal para un  agricultor sin mayor instrucción. Samgar tenía claro que por difícil que pudiera ser la situación, rendirse no era una opción. Su vida y la vida de su familia estaban en juego, por lo que tomo aquello que Dios le había entregado para trabajar y sin vacilación desafió a los perversos filisteos, propinándoles una espléndida paliza. Un soldado fiel no “aguanta” su posición, que aguante el enemigo, nosotros avanzamos.

4.    LUCHA LEGÍTIMAMENTE (v5)

Un soldado fiel lucha legítimamente. Como los más files soldados del Rey, tenemos un código de honor, un reglamento que respetar, la Palabra del Rey es nuestra ley. Que provecho tenemos si ganamos todo el mundo y perdemos nuestra alma (Mt. 16:26). Podemos hacer grandes obras, milagros y prodigios; pero si no hemos sido fieles a la ley, no somos más que mercenarios, y nuestro justo Rey puede condenarnos como a cualquier hacedor de maldad (Mt. 7:22-23). La lucha legítima gana almas, prediquemos todo el tiempo, y si es necesario hablemos. Mostramos la grandeza de nuestro Rey, por medio de nuestra vida. Somos sus embajadores en esta tierra, respetables dignatarios del Reino (2 Corintios 5:20), actuemos en consecuencia a ello. Más vale dominarse a si mismo que conquistar ciudades (Pr. 16:32).

5.    TRABAJA DURO (v6)

Un soldado fiel trabaja duro. De manera similar a la forma en que trabaja duro un labrador en el campo, un soldado fiel trabaja duro siempre. No podemos ser flojos y holgazanes cuando hay un trabajo que hacer, levantemos nuestro ánimo, no podemos intimidarnos por la dificultad de la tarea (Pr. 24.10). Hemos sido llamados para una labor difícil, el sol puede quemarnos, la sed puede hacerse presente, no perdamos de vista que la única forma de cosechar, es salir al campo, preparar la tierra, sembrar la semilla, regar la tierra, abonar la plantación, mantener a las plagas lejos. Este esfuerzo no tiene por qué limitarse a nuestras actividades ministeriales. Todo lo que hagamos, hagámoslo de corazón, como para el Señor y no para los hombres (Col. 3:23), pongamos todo nuestro esfuerzo, luchemos con valor.

CONCLUSIÓN

Un soldado fiel debe esforzarse para cumplir su misión; con seguridad tendremos que padecer algunas dificultades y estamos preparados para ello; pase lo que pase nos mantendremos enfocados en nuestro cometido; luchando legítimamente por medio del  cumplimiento de la ley de nuestro Rey; trabajando duro, entregando todo lo que tenemos, hasta la vida si fuera necesario, para echar mano de la vida eterna (1 Timoteo 6:19).

LA DECISIÓN MÁS IMPORTANTE DE SU VIDA

Dios le ama, y entregó a su hijo Jesucristo es rescate por usted (Juan 3:16). A pesar que todos los seres humanos somos pecadores, y esto nos condena a la muerte eterna (Romanos 3:23). La consecuencia del pecado es la muerte, pero Dios le ofrece un regalo, la salvación por medio de Jesús (Romanos 6:23). Usted puede ser un hijo de Dios, recibiendo a Jesús como su salvador, creyendo en su nombre (Juan 1:12). La forma de hacer esto, es confesar nuestros pecados a él en oración, y él que es fiel y justo, le perdonará (1 Juan 1:9). No espere más, él esta tocando la puerta de su corazón en este momento para iniciar una relación personal con usted, que cambiará su eternidad (Apocalipsis 3:20). Recíbalo como su Salvador hoy.